sábado, 23 de febrero de 2013

Trepada Noctura Entraña

Con luna llena y un clima espectacular Biciar hizo una trepadita nocturna increíble. En bici y por el pedemonte mendocino nos relajamos de una semana agitada. Lo hicimos con mucho pedaleo, asadito y grandes amigos. Una de las noches más lindas que hemos tenido en las trepadas nocturnas.

Una luna enorme con estrellas que se nos caían en los cascos. Una trepada muy tranquila hasta "La Piedra", que es una parada obligada en el circuito de los Cerros de Chacras luego de trepar los 1400 mts snm, y una hora y media (según el circuito). Iniciamos la subida 10.30 de la noche, el clima nos acompañó y no hicieron falta rompevientos hasta la bajada. Las luces tampoco fueron muy necesarias ya que el trayecto de ida y vuelta lo realizamos sin luces, solo ayudados por los reflejos de luna.

La consigna era llegar a la piedra y asar unas entrañitas, pero vimos algunas mochilas demasiado infladas y pesadas, en particular la de Walter. El encuentro no quedó solamente en entrañas. Una botella de Champagne, dos copas de vidrio !!!???, quesos, un frasco de vidrio de salsa de tomate casero, pan y otras cosas más salieron de esa mochila. Que fueron acompañadas por salamines, aceitunas rellenas, aceite de oliva y otras delicatesen totalmente inesperadas a esa hora de la noche, luego de tanto pedaleo y tanta trepada.

Una vez hecho el fogón y devorándonos todo, comenzamos a contemplar las luces de la ciudad. Desde este punto se ve, el Cerro de la Gloria de Mendoza hasta la Destilería de Luján de Cuyo. La foto panorámica no dice todo lo que realmente se puede sentir estando ahí arriba. Una postal que tiene definitivamente otro sabor si es de noche. Luego subiremos nuevas fotos.



 

Con algunos amigos llevábamos una sorpresa camuflada. Comenzamos pidiendo que fuéramos despacio ya que uno de los nuevos integrantes era nuevo y no tenía mucho entrenamiento. Pero una vez sentados cerca del fuego, comenzamos a desenmascarar a este viejo amigo. Se trataba de Luis Laciar quién ha recorrido medio mundo en bicicleta. Si bien nos quedamos con la boca abierta escuchando sus anécdotas y sus pedaleadas por el continente africano, la verdad fue que la historia de Lea resultó más divertida y toda la atención se la llevó este otro lindo viejo amigote que nos dejó por un tiempo, nos cambió por las motos, pero ahora está de vuelta haciendo las salidas más divertidas. Gracias por volver Lea !!!!

De todas maneras Luis se mostró parte del grupo y ahí nomás organizó la segunda trepadita nocturna. Tenemos que darle una mano a Luis ya que recientemente le robaron su notebook donde tenía muchísimas fotografías y documentación de sus viajes en bicicleta. Lo único que desea es recuperar ese material, o sin notebook. Robar una computadora lo puede hacer cualquiera, recorrer Africa en bici, muy pocos ¿no?

La verdad es que no teníamos ganas de volver. Una noche muy muy agradable con anécdotas de Lujo (más sobre Luis Laciar)

Esa noche algunos encontraron su premio descorchando una botella de champagne en esas locas circunstancias, otros bajando rápido y sin luces por los trabados senderos decorados por algún que otro cáctus, otros cortando un poquito de tomillo de alguna planta y condimentar la entraña, otros encontraron su paz en cada silencio que hizo el grupo y respirando la ciudad que se veía de lejos, cada uno encontró su lugar. Aquí, cerquita, un poquito más arriba pero lejos de la ciudad.

Lástima que "La Manada" no se atreva a pedalear con más fuerza y solo haga circuitos gay friendly, lástima que el Bocha nos abandonó, lástima que Osvaldo odia los cerros. Que lástima, los quisiéramos aquí arriba.

Al bajar al pueblo, uno se da cuenta que la vida sigue igual, todo en su debido ritmo sin darse cuenta de ese fenómeno tan lindo que es la naturaleza. Algo tan majestuoso y espectacular como es la luna recorriendo parte de nuestro mundo y del cual podemos ser testigos cualquier noche. No obstante preferimos rodearnos de un cómodo sillón, un control remoto y una caja idiota. Al volver al pueblo a las 2.30 de la matina la gente que queda en la calle te mira como idiota, arriba de una bici, con cascos y luces, disfrazado de ciclista, mochilitas, sucios de algún que otro golpe; y con caras de cansados nosotros los miramos a ellos y realmente no los envidiamos para nada. Estaría bueno que algún día nos copiaran, con o sin bicis. La cosa es apartarse un poquito de la city y mirar hacia arriba y ver como el Universo hace su rutina. Mucho más linda que la nuestra.

domingo, 3 de febrero de 2013