martes, 18 de agosto de 2009

Rally Transmontaña 2009. Pan Comido.

Superar desafíos deportivos importantes ayuda a que los problemas de la rutina diaria se conviertan en inocuos y las metas de la vida cotidiana se concreten de una manera más agradable y sencilla.


Nos pasó en los dos cruces Mendoza-Reñaca y suponemos que haber finalizado exitosamente el Transmontaña 2009 nos hará más fuertes para lo que se nos ponga adelante. La experiencia que nos dejó este rally ha sido fantástica. El hecho de ser una competencia que se disputa en pareja pone todos los elementos en juego de una forma comunistamente compartida.



La Sprinter de Biciar


El entrenamiento que comienza en pareja un año antes, el hecho de dividir las cosas para llevar en la carrera compartiendo el peso, el aliento mutuo en la competencia y el abrazo final en la llegada es algo inolvidable que puede solidificar cualquier amistad por pequeña que sea.


Si a todo esto le agregamos que el team se compone de 4 parejas la experiencia es cuatro veces mejor. Es así que el equipo de “BICIAR” y el grupo de “La Manada” de Mendoza, puso en el Rally Transmontaña 2009, ocho miembros en carrera.


Lea, Cristian M., Cristian D., Lucas, Luis, Raúl y Walter


Luego de recorrer casi mil kilómetros en vehículo, apenas llegados a Tucumán y sin descanso previo, nos propusimos visitar el circuito para realizar un reconocimiento del mismo. Una visita que calculamos sería simplemente “visual” y no pasaría de los 15 minutos, terminó con un recorrido parcial del circuito arriba de las bicis y duró 2 horas y media.


Apenas llegamos y como bienvenida, nos vimos en la rampa (la largada) un fantástico tropezón de un tipo que pasó por delante de su manubrio volando y terminó acostado en la tierra con gran nube de polvo mediante.


La salida demostraba ser muy jodida. Con Cristian hicimos unos metros a pie para ver el terreno, luego decidimos bajar las bicis y hacer un tramo del circuito, tramo que resultó ser casi la mitad. Fue algo muy emocionante entrar a la pista, recorrer parte de la selva tucumana y disfrutar de manera relajada un paisaje sensacional. No obstante el ritmo que propusieron los de siempre, Walter y Lea fue duro.



Raúl, en pleno descenso en la carrera.


Lea, había manejado todo el viaje y no estaba para subirse a la bici, se pegó varias piñas que le dejaron algunos machucones y raspones, también reventó la suspensión que tuvimos que reemplazarla por otra nueva y la vuelta tuvo algunos inconvenientes como pinchaduras y otros tropezones. Para los que debutábamos en el Transmontaña (Walter, Lea y Guille) fue algo muy fuerte el primer encuentro con el circuito.


Luis y Cristian Dalfonso (Padre e hijo) disfrutaron de la vuelta acordándose de los errores del año pasado y tratando de marcarnos las dificultades del circuito. Lucas, muy relajadamente, transmitía desde adelante su experiencia de otros años. Cristian aprovechaba a dormir en la Sprinter y nos esperaba al final, mientras que Raúl, iniciaba el viaje a Tucumán.


El gusto que nos dimos el viernes incluyó recorrer gran parte de la selva, pasar varias veces por el río y darnos una pequeña idea de lo que podía llegar a pasar el domingo.


Ya en Tucumán nos encontramos con Bernardo (de Buenos Aires) con quién compartimos la ruta Las Cuevas-Mendoza.


Estar prácticamente un año hablando del rally, hacer casi mil kilometros juntos hablando del rally, recorrerlo previamente y siempre escuchando los errores del circuito, los consejos, las cosas que tenés que hacer y las que no, te van llenando la cabeza de una manera tal que una hora antes de largar te tiembla el cuerpo de nervios y pensás en mil cosas a la vez.


Ya en la rampa de largada seis competidores se alistan para un descenso brusco y peligroso. Te marcan 10 segundos para largar y luego te dan pista. Los gritos de los cientos de tipos que están al costado de los primeros metros de circuito te hacen poner la piel de gallina.

Luego de unos minutos ya estás solo con tu compañero en el medio de la selva con todo el nerviosismo en la mochila.

Uno de los tantos cruces al río en la carrera.


El clima fue espectacular, nublado, fresco e ideal para exigir el cuerpo a fondo. A medida que transitábamos el circuito vimos de todo, docenas de golpes, todos muy fuertes. Muchas pinchaduras, cortes de cadenas, fusibles partidos, rostros ensangrentados, y la mayoría con las prendas llenas de tierra productos de algún que otro tropezón.


Durante la mayor parte del circuito la huella solo deja posibilidad para transitar solo una bici, por lo que tenés que ir comunicándote con tu compañero permanentemente con gritos y trazando la ruta mencionando las dificultades como pozos, saltos, raices, ramas bajas, etc.


La ruta que transita la mayor parte de la selva es un prolongado descenso pero nada relajante. Se van tocando los frenos por lo que terminás con un gran dolor de manos al finalizar y permanentemente parado en la bici lo que significa un gran desgaste muscular.


Una vez finalizado este trayecto se cruza el río en varias oportunidades y se interna el circuito nuevamente en la selva con algunos matices interesantes. Se cruzan varios puestos y tranqueras. El paisaje se abre un poco y se ven vacas pastando, caballos, cabras, bosques a lo lejos, Jacaranda que se confunden con verdes praderas, en fin paisajes increíbles e inolvidables.


La serenidad de tomarse el rally como un desafío personal y no como la meta de ganar algo o ganarle a alguien permite disfrutar más la experiencia y darse el gusto de sacar unas fotos en plena carrera.

Foto tomada en pleno rally. Una de las tantas postales.


En fin un rally altamente recomendable. La organización fue espectacular, un helicóptero para emergencias, una docena de motos, varios puestos de control y asistencia, puntualidad, etc. La calificación sería de excelente. La única crítica, hacer controles antidoping al finalizar la carrera.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen relato de la travesia, la vdad q fue inolvidable tanto el circuito, el entorno y sobre todo con las personas q comparti esta experiencia, espero q c repita y c sumen muchos mas el prox año. Che y pobre del lucas q corrio en "elite con mochila" la piloteo bastante bn jajaj. saludos guille muy buena pagina

cristian D. dijo...

comentario de arriba from Cristian D'Alfonso :P

Lucas dijo...

Epaaaaa veo que hay comentarios diversos acerca de la carrera, tengo solamente para decir que para mi fue un orgullo poder haber corrido con mi hermano y pese a las gastadas, a las caidas, a lo duro y largo que fue el circuito lo volvería hacer una y mil veces más junto a ál porque lo importante para mi es poder haber competido y gracias a Dios lo pude hacer con alguien de mi familia porque pienso que siempre LO PRIMERO ES LA FAMILIA, y aprovecho para agradecer a mis viejos que hayan podido ir y decirle que LOS AMO y fuerza viejo y demosle para adelante, me encantó despues de 5 horas de pedaleo y pelearla para llegar a la meta poder abrasarme con mis viejos y emocionarnos hasta las lágrimas todos y comprartirlos con aquellos que pudimos ir a hacer la carrera y dedicarselo tambien a aquellos que por distintas razones no pudieron iir pero se sintió su apoyo a la distancia.
En lo que respecta a las gastadas, jajaja es normal y yo las vivo haciendo y así las tomo, pero bue por ahí algunos tienen otros objetivos u estan en su mejor momento en distintas ocasiones, porque bastánte tiempo anduve solito adelante mientras muchos me miraban el culo de atras pero bue era el tiempo que estuve entrenando fuerte, ahora me toca a mi mirarlo desde atras a muchos asique ponganse en línea y hagan que tenga un lindo y placentero paisaje adelante mio con sus culos jajaja...
Un orgullo ser parte de LA MANADA, y tambien haber podido compartir con lo muchachos de BICIAR en otra ocasión una salida juntos.
Un abrazo para todos y demoslé apra adelante con esto del Mountain Bike que es tan lindo y nos une cada día un poquito más.


Lucas Maldonado

Anónimo dijo...

Primero que nada, quiero agradecer a la gente que nos apoyaron desde aca, de Mendoza, y logicamente a mis siete amigos que me bancaron todo el fin de semana en Tucuman, Cristian M. Lea M., Lucas M, Raúl, Guille y los Dalfonso, y tambien al Gato y a Martita que nos adoptaron como hijos y nos ayudaron muchisimo, respecto a las gastadas, uno esta acostumbrado y no hay que darle importancia, simplemente hay que tomarlo como de quien viene, respecto al Rally es algo increiblemente espectacular, esa sensación de corredor que uno siente en la rampa, que espera ansiosamente el silvato para comerce el circuito, es un sin palabras, que solamente lo podes sentir, no te lo pueden contar, espero que todos los que hablan, el año que proximo, se unan y dejemos una roncha mas grande en Tucuman de los mendocinos, aguante el MTB. Walter Bertorello